En la empresa textil el concepto de fibra es de suma importancia pues de este dependen las características de los procesos y técnicas empleadas para el procesamiento de la materia prima que dará como resultado los productos a comercializar en el mercado. Para que nuestros lectores encuentren más familiar este concepto, que utilizaremos continuamente en futuras publicaciones en el blog de Sanper dedicadas a los textiles, en esta ocasión definiremos lo que es la fibra y presentaremos la manera en que se clasifican, además hablaremos de las generalidades de la fabricación textil, en específico de la hilatura.
La fibra en las empresas textiles en México se entiende como la sustancia, ya sea de origen natural o sintético, compuesta por una serie de filamentos que le otorgan sus propiedades de resistencia, elasticidad y longitud, es decir, las propiedades que las hacen susceptibles a procesos de hilatura. Después de ser hiladas, las fibras pueden emplearse en la fabricación de telas y otros tejidos que reciben una gran diversidad de uso. Por lo regular, las fibras se hilan o tuercen para agruparse, y a nivel macroscópico resultan homogéneas, pero en general tienen diferentes formas que son precisamente las que las hacen adecuadas para hilarse. Un ejemplo de esto es el algodón, ampliamente utilizado en la empresa textil, cuya fibra tiene forma de cinta con torsiones regulares en forma de S y Z, la lana cuyas fibras tienen forma de escamas, o la seda con fibra lisa y ovalada que de manera natural forma filamentos.
Existen diferentes criterios aplicables para la clasificación de fibras pero lo más común es que se agrupen en fibras naturales y fibras artificiales. Las naturales, como su nombre lo indica, se pueden encontrar en la naturaleza y para la industria textil en México son consideradas las más importantes, mientras que las artificiales o sintéticas se obtienen a partir de procesos químicos que permiten sustituir las fibras naturales y de esta manera satisfacer la demanda que tiene la industria. Las fibras naturales a su vez se clasifican en fibras vegetales, animales y minerales, mientras que las artificiales o sintéticas son clasificadas según la materia prima empleada para su producción de celulósicas, positivamente sintéticas, proteicas y minerales.
En la subclasificación de fibras naturales en fibras vegetales encontramos las fibras de semillas, que se obtienen al desprenderlas de la semilla, como el algodón; las fibras de tallo, que se encuentran entre el leño y la corteza de especies vegetales y en los tallos, para las que es necesario aplicar un procedimiento especial que permita su obtención, entre las que se encuentra el lino, el yute y el ramio, las fibras de cordelero y las fibras sunn; las fibras de hoja, que se aíslan de las hojas de plantas retirando la pulpa de las mismas, como la fibra de sisal y de manila; fibras de fruto, como la que se obtiene del coco retirándole su revestimiento. En fibras animales encontramos la seda natural y la lana de oveja, de alpaca, de cabra de angora, de llama, de camello, de guanaco y de vicuña. Finalmente, las fibras minerales son las que se obtienen del reino mineral y la única que tiene este origen es el amianto o asbesto, que es una roca de silicato de calcio y magnesio.
En las fibras artificiales o sintéticas, que como ya mencionamos a su vez se sub clasifican según la materia prima empleada para su obtención, encontramos las celulósicas. Las fibras celulósicas incluyen los acetatos y los ratones y las fibras regeneradas como rayón viscosa, rayón saponificado y rayón cuproamoniacal. Mientras tanto, las fibras positivamente sintéticas se obtienen utilizando como materia prima sustancias como carbón, petróleo, piedra caliza, agua y aire y se forman por cadenas de polímeros. El nylon es la fibra de este tipo más importante, pero también entran en la categoría el orlón, el acrilán, el vinyón y el dacrón. Por su lado, las fibras proteicas se obtienen a partir de proteínas de origen animal o vegetal como el maíz y el maní y finalmente las fibras minerales, como su nombre lo indica, son obtenidas de minerales. De estas la fabricada a partir de vidrio es la más importante, y gracias a que tienen la propiedad de ser ignífugas, reciben un amplio uso en el ramo militar, además de emplearse como material aislante en electricidad y para hacer telas de filtro.
Estas fibras naturales y sintéticas se tienen que someter a técnicas a partir de las que se fabrican hilos que más tarde se tejen para dar como resultado telas. La hilatura es la técnica empleada, y consiste en disponer de manera paralela las fibras para formar mechas, que posteriormente se torcerán y estirarán en un proceso que da como resultado hilos sueltos, ratones, fibras sintéticas, hilos continuos o filamentos, que se componen de fibras de gran longitud. Salvo la seda, todas las otras fibras que hemos descrito anteriormente se someten a esta técnica para generar tejidos, entre los que las telas son los más populares, aunque con ella también se obtienen mallas.
Los tejidos son resultado del proceso de anudado y trenzado de las fibras, y según su estructura reciben diferentes clasificaciones. En los tejidos básicos encontramos los lisos, la sarga, el twill, el satín, el raso, el acordonado, la espiga, la gasa, el damasco, el brocado y el tejido terciopelo. Cabe mencionar que la estructura del tejido determina el cruce o ligamento entre la urdimbre, que es la disposición de fibra para su hilado en sentido longitudinal, y de la trama, que es el sentido transversal de las fibras empleadas.
En los tejidos lisos la trama y la urdimbre son iguales en números y tensiones y se utiliza en algodones, lino, seda y tafetanes; los tejidos cesto son una variante de los lisos, pero se diferencian de ellos en que las tensiones son más sueltas; el twill o sarga es un tejido que se produce al pasar la trama por debajo de la urdimbre dando como resultado un tejido diagonal. El tejido de espiga es una variación del anterior pero con la particularidad de que la inclinación de los hilos cambia a intervalos irregulares dándole una forma que precisamente asemeja a una espiga; el satín o raso de algodón presenta un dibujo sobre otro logrado por colocar la trama y la urdimbre en diferentes posiciones; en el otomán o acordonado la trama es más gruesa que la urdimbre; en el terciopelo se añade un segundo urdimbre que se deja largo para producir un pelo suave.
Los presentados aquí son sólo algunos de las fibras y tejidos empleados por la en la empresa textil, en futuras publicaciones en este blog encontrarán mayor información sobre ellos. Les recordamos que en Sanper contamos con servicios para someter a diferentes procesos textiles, para conocerlos a detalle los invitamos a ponerse en contacto con nosotros, con gusto los atenderemos y resolveremos todas sus dudas.