Vivimos actualmente una situación que ha impactado profundamente a la industria textil en México y el resto del mundo, de la cual es importante salir adelante. Son muchos los retos que deben superarse, sin embargo, con un espíritu de solidaridad y la búsqueda de soluciones en conjunto será posible superar la crisis.
Panorama de la industria textil global
Según un estudio efectuado por McKinsey & Company, la empresa textil y de calzado serán las más afectadas por las medidas que han sido tomadas en todo el mundo por la pandemia actual. Se estima que habrá una contracción del 27 al 30% de los ingresos en el presente año, sin embargo, hay probabilidad de un crecimiento del 2 al 4% en el próximo año. El estudio también señaló que más del 50% de empresas no obtenían su costo de capital hace dos años, por lo que se espera que muchas de ellas quebrarán en un año o año y medio.
Las ventas al consumidor final han sido afectadas debido a que muchas tiendas han sido cerradas en varios mercados de consumo relevantes. En Francia, por ejemplo, los gastos en ropa se redujeron en un 90% tan solo en el mes de marzo y se espera que las ventas permanezcan bajas en los siguientes meses, pues la vestimenta no es considerada como esencial por los consumidores. Cabe agregar que en los países desarrollados los gastos en ropa han disminuido hasta un 65%.
Según el reporte de McKinsey, esta situación que es un parte aguas en la historia de la industria textil ha afectado a grandes marcas como Adidas en China y Ralph Lauren, la cual advirtió que sus ventas caerían en 70 millones de dólares. Muchas han cerrado sus tiendas y las ventas combinadas en línea y tiendas cayeron en un 24% a inicios de marzo.
Las mercancías en stock no pueden venderse y los costos de operación tienen que pagarse, lo que causa una escasez financiera por falta de ingresos, sin embargo, se trata de una oportunidad para colaborar con las cadenas de suministro. Para entender cómo las próximas temporadas pueden administrarse y posponer algo de stock y ampliar las ofertas actuales, la industria textil en México y el resto del mundo debe hallar soluciones que hagan uso de materiales y materias primas ya adquiridos.
Hay marcas que han cancelado los pedidos actuales y retienen los nuevos para contrarrestar los efectos de la liquidez, lo que ha llevado a fábricas hacia una situación de crisis debido a que los productos ya hechos no se aceptan, mientras se guarda material nuevo para nuevos pedidos, lo que impacta la cadenada de suministro, por ejemplo, las hilanderías.
La falta de oferta se suma a la falta de demanda. Los países menos desarrollados y los productores de América Central y Medio oriente requieren importar telas para su sector exportador de prendas. La mayoría provienen de Asia, con algunas excepciones de Estados Unidos de América y Europa. En la primera fase de la crisis China detuvo su producción de manera temporal en muchas ciudades, lo que derivó en escasez de material en otros países. La Federación Internacional de Fabricantes de Textiles reportó que las ventas de textiles bajaron hasta un 31% en diversas regiones.
La mayoría de los países han solicitado a las empresas textiles (que tienen un impacto considerable en la sociedad y comúnmente tienen muchos empleados), que cierren temporalmente o reorganicen sus líneas de producción para respetar la sana distancia. Tal situación orillo a muchas empresas a cerrar, con excepción de las dedicadas a la producción de textiles médicos y de protección.
La industria textil en México detuvo sus producciones tras las órdenes federales de cerrar las actividades económicas no esenciales durante varios meses. Tal situación impactó profundamente en el país e incluso orilló a algunas a sumarse a la producción de textiles para la fabricación de cubrebocas y prendas de protección.
¿Cómo superar los retos actuales?
Para superar la situación actual se necesitan cambios operativos, además, acelerar el desarrollo de productos digitales para disminuir costos y responder rápido a los mercados con producciones más pequeñas y el desarrollo de relaciones con proveedores regionales. Una manera para iniciar la elaboración de estrategias es digitalizar la cadena de suministros.
El Big Data puede ser de mucha ayuda para que los negocios racionalicen la selección de proveedores. La nube es cada vez más usada para gestionar la logística y relaciones con proveedores, además, el IoT y la automatización pueden mejorar los procesos de envío.
Diversificar el mercado será necesario para superar la situación actual. Las empresas venden comúnmente a empresas ubicadas en Estados Unidos y Europa, sin embargo, han sido muy afectados, por lo que deben buscar mercados no convencionales.
Disponer de proveedores en un país cercano es una tendencia en la industria textil y probablemente crezca después de la pandemia, por lo que los países de Europa del Este y África quizá sacarán ventaja de su cercanía con la Unión Europea mientras que México se beneficiará de su proximidad con Estados Unidos y Centroamérica para exportar textiles.
La responsabilidad social empresarial tiene que adaptarse también. Las diferencias notables en el comportamiento ético de compra se vuelven notorias en la manera en que minoristas y marcas abandonan a sus proveedores o intentan enfrentar la situación de una forma más colaborativa. Tanto marcas como minoristas deben trabajar con sus proveedores para brindar textiles que las personas estén dispuestas a pagar, además, deben compartir el valor retenido de forma más equitativa con sus proveedores.
Es importante que todos los actores involucrados trabajen con un espíritu de solidaridad y entendimiento para evitar impactos negativos. Las relaciones cooperativas y justas deben aplicarse ahora más que nunca y particularmente para el futuro. ¿Pero cómo cubrir los costos ya incurridos cuando no pueden completarse los pedidos? En el mejor de los casos, quien paga los costos de salarios y materiales son las empresas que realizan los pedidos.
Se espera que la producción global caiga en un 5% para la industria aeroespacial y otros equipos de transporte, un 8% para electrónica y textiles y un 13% para la industria automotriz. El impacto a mediano plazo de la crisis está por verse a medida que los principales importadores en mercados importantes superen la situación, sin embargo, a largo plazo, se espera que afecte el comercio global de prendas, calzado y cuero y la composición de las cadenas de suministro.
Es importante que las empresas textiles en México y el mundo no se dejen doblegar por la pandemia y encuentren soluciones a corto, mediano y largo plazo para superar la crisis. En Sanper seguimos en operaciones con el fin de brindar textiles de alta calidad y asegurar el bienestar de la industria nacional. También hemos implementado textiles aprobados para la confección de cubrebocas, con el fin de que pequeños y medianos fabricantes puedan activarse y obtener ingresos en estos tiempos tan duros. Para más información, marquen al (55) 703 43371 para la CDMX.