En SANPER MÉXICO somos una empresa textil que destaca por sus innovaciones, entre las que destacan los acabados para crear productos antimicrobianos. Estos últimos son textiles técnicos desarrollados con el fin de evitar que proliferen los microorganismos en sus superficies. Grandes avances en la industria han dado lugar a una gran variedad de agentes y tecnologías para su aplicación y liberación, que se dividen en tres grandes grupos: orgánicos sintéticos, orgánicos de origen natural e inorgánicos.
Agentes antimicrobianos para textiles
Los llamados textiles antimicrobianos son aquellos diseñados para anular o minimizar la proliferación de bacterias en una gran variedad de productos, desde calzado hasta ropa deportiva. Para obtenerlos, es necesario someterlos a varios acabados finales o tratamientos donde se incluyen químicos amigables para el cuerpo y con la capacidad de actuar sobre los microorganismos causantes de malos olores, irritaciones, infecciones, entre otros problemas.
Los acabados antibacterianos están en la lista de los acabados más populares en la industria textil y, según el tipo de agente que se utilice, el textil adquiere diferentes propiedades para tornarse más higiénicos: biostáticas (para evitar la proliferación de las bacterias) o biocidas (para destruirlas). Usualmente, la efectividad del textil varía según el agente usado, el grado de concentración y la forma en que se aplica.
Para la producción de textiles antimicrobianos se usan varios agentes clasificados en tres grupos.
Agentes orgánicos sintéticos
Los acabados más usados de este grupo son:
Compuestos de amonio cuaternario (QACs)
Se utilizan desde hace mucho tiempo como agente desinfectante y antiséptico y consisten en surfactantes catiónicos conformados por cadenas hidrofílicas e hidrofóbicas. Su acción es efectiva contra varias bacterias (tanto gramnegativas como grampositivas) e, incluso, actúa contra algunos virus y hongos.
La manera en que erradican a los microorganismos es dañando su membrana celular, desnaturalizando sus proteínas y rompiendo sus estructuras celulares. Una empresa textil puede aplicar este agente sobre nylon, poliéster, algodón y lana.
Polihexametilen biguanida (PHMB)
Se trata de una amina policatiónica que presenta baja toxicidad en células animales y alta capacidad microbicida, por tal motivo, ha llamado la atención dentro de la industria textil en México, especialmente para usarse en fibras sintéticas y celulósicas. La forma en la que ataca es dañando la membrana celular. Entre los textiles donde más se usa, destaca el nylon, algodón y poliéster.
N- halaminas
Se refiere a compuestos heterocíclicos y conllevan la liberación de ión Cl+ en agua, que consiste en su mecanismo de acción. La manera en que destruyen los microorganismos es interviniendo en sus procesos enzimáticos y metabólicos. Usualmente, se utiliza en lana, nylon, algodón y poliéster.
Triclosán
Este compuesto fenólico halogenado forma parte de la familia de desinfectantes y antisépticos. Su mecanismo de acción consiste en impedir que los lípidos se sinteticen, afectando así el crecimiento de bacterias, mohos y levaduras. Se ha integrado exitosamente en procesos de extrusión de fibras de polipropileno, acrílicas, acetato de celulosa, poliamidas y poliéster. Igualmente, se usa en plantillas antibacterianas, que evitan el pie de atleta.
Si se usa en bajas concentraciones, actúa como un bacteriostático, es decir, evita la síntesis de lípidos, dañando así la membrana celular. Entre los textiles donde se usa el triclosán, destacan el acrílico, polipropileno, acetato de celulosa, poliéster y nylon.
Agentes orgánicos de origen natural
Destacan los siguientes agentes en este grupo:
Quitosano
Se trata de un polímero biocompatible y biodegradable. Su capacidad de afectar a las bacterias se debe a su propiedad policatiónica. Es extraído de varias fuentes, como el exoesqueleto de crustáceos y de hongos, aunque estos últimos se usan en menor medida. En bajo PM evita que los solutos sean transportados hacia la célula o filtra sustancias intracelulares y, en alto PM, evita que el RNAm se sintetiza. Se usa en lana, algodón y poliéster.
Varios agentes: taninos, polipéptidos, alcaloides, polifenoles y terpenoides
Se extraen de las plantas y se analizan en gran medida como una opción para evitar el crecimiento de bacterias en textiles. Hasta ahora, han sido identificados distintos compuestos que actúan contra una gran variedad de bacterias y hongos. Destacan por no ser tóxicos para la epidermis, no afectar el medio ambiente, tener alta disponibilidad y ser seguros. Si bien se conoce poco sobre su mecanismo de acción, son altamente efectivos. Para que se fijen en diferentes textiles, se recomienda la utilización de microencapsulación.
Agentes inorgánicos
Aquí destacan los metales, nanopartículas y sales metálicas. Casi todos los metales pesados son tóxicos para las bacterias en bajas concentraciones (por ejemplo, el titanio, cobalto, zinc, oro, cobre y, principalmente, la plata. Tal efectividad se muestra tanto en estado libre como en compuestos, por ejemplo, CuO, ZnO, AgCl y TiO2. Usualmente destruyen los microorganismos, dañando su membrana celular. Igualmente, daña lípidos, DNA. Una empresa textil puede utilizarlos en lana, nylon, poliéster y algodón.
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