El laminado es uno de los procesos a los que más se recurre en la empresa textil y en publicaciones anteriores, en el blog de Sanper México, hablamos de sus características principales, sus aplicaciones y de la terminología empleada para referirse a las diferentes capas que componen un laminado. Para que nuestros visitantes conozcan más acerca del proceso, en esta ocasión presentaremos algunas de las técnicas empleadas para los laminados de PVC y EVA.
Los laminados PVC se pueden obtener por diferentes técnicas: empalmado, calandrado, extrusión e inmersión. El empalmado es un proceso continuo de producción que consiste en depositar el polímero, en forma de pasta, sobre una superficie plana con o sin grabado. Generalmente, se utiliza papel como superficie y el material se remueve de la lámina al terminar. El calandrado también es un proceso continuo de producción, pero en este caso, el polímero pasa entre dos cilindros para darle la forma de lámina.
La técnica de extrusión, por otro lado, consiste en pasar el polímero por un tornillo sin fin, en un proceso continuo de producción. Este se forza contra una matriz especial, con el fin de darle el formato deseado a la lámina. Mientras tanto, en la técnica de inmersión, se hace la inmersión del sustrato en un tanque que contiene polímero para, posteriormente, dejar que el excedente se escurra y finalizar con el secado de la estufa.
Por otro lado, en los laminados de EVA se emplea un proceso continuo de producción en el que la goma EVA se adhiere al sustrato con un adhesivo termofusionable, para después pasarlo entre cilindros y, de esta manera, obtener el formato de laminado deseado.
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