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Tanto las plantillas para calzado convencionales como las ortopédicas son una solución bastante solicitada para tratar varios inconvenientes relacionados con nuestros pies, además se muestran eficaces para disminuir las dolencias y abordar situaciones relacionadas con la postura. Existen personas que no saben diferenciarlas e, incluso, las confunden, pese a que se diseñen para fines más específicos que utilizarse entre el zapato y el pie.

Plantillas convencionales

Se trata de las plantillas más utilizadas. Pueden incluso encontrarse en cualquier zapatería o supermercado a precios más bajos que los ejemplares ortopédicos. Generalmente, se fabrican con materiales blandos, como la goma EVA, el polipropileno, entre otros. Su forma estándar es bastante conocida, aunque pueden personalizarse, según las necesidades de los fabricantes y sus demandantes. Por tal motivo, pueden encontrarse formas espumosas y con relieves que se diseñan para tratar ciertas situaciones, como arcos caídos ligeramente.

Estas plantillas para calzado cumplen la misma finalidad que otros tipos de plantilla, como las usadas para botas de trabajo: brindar amortiguación y apoyo al pie para minimizar los dolores derivados de actividades cotidianas, como permanecer de pie por varias horas, caminar varios kilómetros diarios, entre otras.

Algo que deben saber sobre estas plantillas para calzado es que cualquier ejemplar convencional, incluso los que se fabrican bajo estándares de alta calidad, brindan alivio a corto plazo.  Esto se debe a que se fabrican en masa, es decir, no se consideran las características particulares de los pies de los usuarios, sino que se diseñan para que se adapten a la mayor cantidad posible de personas.

Este tipo brinda siempre la comodidad requerida para cualquier aplicación, además se incluye en casi todo el calzado en el mercado, lo que es una garantía de su fiabilidad, no obstante, llega un punto en que deja de proporcionar alivio. Es importante no confundir la comodidad con el alivio. La razón de tal limitación es que no tratan la raíz del problema. Es por ello por lo que los síntomas persistirán e, incluso, pueden empeorar si no se tratan de forma adecuada.

Plantillas ortopédicas

A simple vista, pueden parecer casi idénticas a las plantillas para calzado convencionales. No obstante, tienen un distintivo: están hechas a medida. Esto significa que se diseñan para tratar no solo el problema particular en los pies de una persona, también para adaptarse muy bien a sus pies y no de forma aproximada, que es lo característico de los ejemplares convencionales. Tal característica aumenta su eficacia para disminuir las dolencias y corregir los problemas existentes.

Al igual que el tipo anterior, las plantillas ortopédicas también pueden amortiguar los impactos que reciben los pies al correr o caminar y proporcionar soporte para el arco, aunque de manera más exitosa. Además, pueden usarse para corregir la manera en que permanecemos a pie o caminamos.

Sepan que cualquier desviación en los pies, incluso la más mínima, puede derivar en efectos adversos que impactan en otras áreas del cuerpo. Las más afectadas suelen ser la espalda, rodillas y espinillas. Si se utilizan plantillas convencionales cuando se presenta alguna anomalía, aparecerán tales efectos adversos, debido a que se procuran marchas y posturas incorrectas. Las plantillas ortopédicas distribuyen la presión alrededor de los pies de manera uniforme y asegura que toquen el piso en ángulo correcto.  A ello se debe la importancia de que se hagan a medida.

¿En qué casos se recomienda cada tipo?

Abordemos a continuación las diferencias entre ambos tipos. Las plantillas convencionales suelen tener una vida útil de seis meses a un año, en cambio, los ejemplares ortopédicos duran hasta cinco años. Tales períodos reflejan el tiempo que, según, tienen que utilizarse ambos productos. Si se experimentan molestias de manera ocasional, las plantillas convencionales pueden ser la opción correcta. Las plantillas ortopédicas muestran resultados más notables y rápidos que el otro tipo. Si presentan dolores constantes y durante periodos prolongados, deben inclinarse por ellas.

Las plantillas pueden parecer poco efectivas para el dolor, pero sí brindan alivio, ya que transitar sin ellas deriva en malestares comunes, como ampollas o dolores en los dedos. También ofrecen notables beneficios si son de calidad e, incluso, pueden utilizarse como medida preventiva si efectúan actividades que impliquen estar de pie durante varias horas.

De lo dicho se concluye que, si bien parecen idénticas, en realidad son muy diferentes al igual que los resultados que conlleva usarlas. Más allá de sus características, es importante que sean fabricadas por una empresa con amplia experiencia y reconocimiento. Una de ellas es SANPER México. Somos una empresa textil especializada en plantillas elaboradas con distintos tipos de acabados, como suajada, etiquetada, estampada, preformada y cuña. Damos fidelidad a la horma y precisión en nuestras confecciones para proporcionar la mayor estabilidad posible al calzado.

Innovamos constantemente nuestros procesos, por lo que, actualmente, encontrarán plantillas con tecnologías de punta, como inyectadas, transpirables y antibacterianas. Si desean conocer más información sobre nuestros productos y servicios o una cotización, contáctennos al teléfono (55) 7034 3371 o visiten nuestras instalaciones en CDMX, ubicadas en Calle Mirasol #39 Col. Atlampa, Alcaldía Cuauhtémoc, CDMX.

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